Muchos expertos han emitido muchas y diversas opiniones acerca del futuro del Bitcoin. Desde la manida frase de que no es más que una burbuja a la espera de estallar hasta que el Bitcoin será el futuro de las transacciones monetarias a nivel digital. Sea como fuere, nos es imposible adivinar el futuro, simplemente no podemos ir más allá de argumentar nuestra opinión y debatir contigo si realmente se convertirá el Bitcoin en la moneda del futuro. Para ello te presentamos lo puntos a favor del Bitcoin y los obstáculos a superar por parte del Bitcoin para realmente llegar a ser la divisa del futuro.

La red Bitcoin se basa en la cadena de bloques o «blockchain», que es una contabilidad pública compartida en la que la información se distribuye entre todos los miembros sin la necesidad de un tercero que supervise el proceso. Este sistema de igual a igual ha demostrado ser totalmente confiable y garantiza seguridad debido al hecho de que cada transacción en la cadena de bloques, representada por códigos criptográficos, debe resolverse y verificarse por el consenso de cada miembro. 

Es por ello que el Bitcoin ofrece una forma segura y descentralizada de intercambiar dinero a través de Internet. De esta manera se pueden evitar riesgos de pagos en cuentas incorrectas o dobles pagos no intencionados. 

Lo mejor de las criptomonedas es que permiten hacer pagos rápidos y baratos sin hacer uso de los tradicionales canales bancarios.  Una de las principales barreras que se deben superar es la aceptación general de que el Bitcoin es seguro y estable ya que no existe ningún gobierno detrás que regule su funcionamiento, a diferencia de las divisas que utilizamos actualmente. Podríamos decir que el Bitcoin se regula a si mismo y que las nuevas monedas son generadas al ritmo en el que los mineros las minan. De esta manera, el Bitcoin ha sido diseñado para que sea difícil generar nuevos bitcoins lo que conlleva a una generación de monedas a ritmo considerablemente constante.  

A medida que el crecimiento es cada vez mayor en referencia al uso del Bitcoin como moneda, la confianza de la sociedad hacía el Bitcoin crece al mismo tiempo. De todas maneras todavía hay mucho camino por recorrer.  Las grandes empresas tecnológicas y grupos de inversión han apostado fuerte por las criptomonedas, pero a nivel social, los gobiernos siguen sin apoyar las criptomendas, quizás, porque no están dispuestos a perder el control del dinero a través de sus bancos centrales, posiblemente uno de los organismos mundiales con mayor influencia en el devenir de la sociedad mundial. Y ya saben lo que dicen: ¡Quien controla el dinero, controla el mundo!

Cuando se trata de divisas tradicionales, la inflación es inevitable. Las economías llevan a cambios en los precios, los gobiernos imprimen más dinero para satisfacer las demandas y muchos otros factores contribuyen a la inflación de las divisas tradicionales. El problema para las criptomonedas es que su valor no es estable debido a la alta especulación que las rodea, aunque existen criptomonedas con valor estable para solucionar este problema.

Si usted es o ha sido vendedor en algún momento de su vida, seguramente se haya encontrado con un cliente que anula transacción significativa que ya había sido completada. El Bitcoin protege de tales incidencias ya que las transferencias no puedes ser revertidas. Por consiguiente, debes ser cauteloso con tus Bitcoins y no transferirlos a la persona equivocada.

Esto puede ser considerado como algo bueno y malo y depende como tantas cosas en la vida, del contexto práctico y ético de la transacción. En el lado técnicamente positivo, que las transacciones sean imposibles de rastrear significa que los usuarios pueden enviar y recibir dinero sin el temor de ser supervisados por autoridades externas. Los casos de robo y fraude se reducen porque los hackers y otras entidades malintencionadas no podrán interceptar las transacciones con facilidad.

El propósito de las criptomoneda es dar a los usuarios la libertad de controlar sus transacciones sin tener que depender de una autoridad central o de un tercero. Las transacciones se realizan independientemente de quienes sean las personas o empresas que las realizan. Esto incrementa la protección contra el robo de identidad y permite a los usuarios realizar transacciones sin ninguna preocupación. Además, las tarifas de las transacción son mucho más baratas que usar los sistemas bancarios tradicionales ya que la transacción va directamente desde el emisor al receptor.

Todos los usuarios controlan sus transacciones y los códigos, las personas, las organizaciones o el gobierno no pueden utilizarlos ni explotarlos debido a la criptografía intrincada. La información privada permanece oculta y la información personal no se adjunta a las transacciones, lo que significa que las posibilidades de robo de identidad se reducen completamente a cero.

A diferencia de los bancos tradicionales que requieren pruebas de identificación personal para poder abrir una cuenta, Bitcoins permite acceder a cualquiera sin requisitos de identidad previos. Las transacciones son instantáneas y no están limitadas por zonas geográficas o zonas horarias. Para comerciar con Bitcoins solo se necesita una cartera digital de Bitcoins. 

Los mineros son las personas que poseen los ordenadores que generan la cadena de bloques de Bitcoin y reciben una recompensa cada vez que agregan un bloque de transacciones. 

Basado en nuestro pasado evolutivo, un factor clave para que los humanos reconozcan algo valioso es la escasez del mismo. Satoshi sabía que no podía emitir bitcoins a una tasa de 2.6 millones por año para siempre, ya que no tendría ningún valor de escasez. Por lo tanto, decidió que cada 210,000 bloques, su programa reduciría a la mitad la cantidad de bitcoin emitida. Este evento se conoce como «reducción a la mitad de la recompensa» o «reducción a la mitad». 

Fue el 28 de noviembre de 2012 cuando tuvo lugar la primera reducción a la mitad de la recompensa del bloque de 50 bitcoins a 25 bitcoins, y la segunda reducción a la mitad de 25 bitcoins a 12.5 bitcoins ocurrió el 9 de julio de 2016. La tercera tendrá lugar cuatro años a partir de esa fecha, concretamente en julio de año 2020.

Para finales de la década de 2020, se ha aproximado a una asíntota horizontal, con una inflación de la oferta anual de menos del 0,5 por ciento. En otras palabras, Satoshi recompensó a los primeros usuarios con suficientes bitcoins para obtener el apoyo suficiente y, al hacerlo, creó una base suficientemente grande de liquidez monetaria para que la red la usara a posteriori. Comprendió que si el Bitcoin llegara a ser un éxito con el tiempo, su valor en dólares aumentaría, y por lo tanto podría reducir la tasa de emisión sin dejar de recompensar a la comunidad. 

La idea de Sathosi es que el Bitcoin estará tan arraigado en la economía global que no será necesario emitir nuevos Bitcoins para continuar ganando apoyos. En ese momento, los mineros recibirán una compensación por el procesamiento de las transacciones y la protección de la red a través de tarifas en transacciones de altos volúmenes.

Una vez que una transacción ha sido procesada y confirmada, no puede ser modificada. Las transacciones no pueden ser revisadas o anuladas una vez que han ingresado al ledger. Nadie dentro de la red puede manipular una transacción, por lo que este aspecto otorga a las criptomonedas una de sus características más importantes, la seguridad.  

Toda la información de la transacción está disponible para que la vea cualquier usuario, a diferencia de un sistema bancario donde la información de la transacción se mantiene confidencial. Muchas entidades maliciosas se han aprovechado de los sistemas bancarios y han manipulado transacciones en muchas ocasiones. La criptomoneda está al servicio de una tecnología que ha reducido el riesgo de que ocurra tal artimaña.

Cuando usted viaja a un país extranjero con una divisa diferente a la de su país, el intercambio de divisas para minimizar la perdida de dinero mediante las comisiones requiere tiempo y preparación para encontrar la mejor posibilidad a la hora de convertir divisas. Si además va viajar a diferentes países el esfuerzo es exponencial. A esto debemos añadir de que nunca es beneficioso moverse con gran cantidad de dinero en efectivo. Bitcoin nos brindan la oportunidad de llevar el dinero que queramos de manera virtual, salvando los inconvenientes de los intercambios de divisas. 

Las criptomonedas tiene grandes ventajas, pero también tienen sus riesgos, y deben tenerse en cuenta.

Cuando se trata de invertir y tradear criptomonedas como cualquier otro activo, debemos ser conscientes de que todas las criptomonedas están sujetas a grandes fluctuaciones. El valor de Bitcoin podría aumentar hoy y disminuir considerablemente al dia siguiente. El mercado es volátil y puede causar mucha ansiedad, especialmente en inversores inexpertos. 

Nadie sabe lo que depara el futuro para la moneda digital, y creo que lo mejor que se puede hacer es abrazar el presente y aprovecharse al máximo del mismo pero siempre hay que tener mucho cuidado cuando se trata de invertir en criptomonedas, y es necesario informarse de forma exhaustiva, sobre todo en el caso de nuevas criptomonedas. 

El Bitcoin y otras criptomonedas no se pueden recuperar una vez que se pierden. No hay ningún mecanismo que sea capaz de recuperar Bitcoins perdidos, una vez que una transacción ha pasado, no se puede revertir. Por ejemplo, si un monedero (wallet) de Bitcoins es pirateado y las monedas digital son robadas, hoy por hoy no existe una autoridad a la que pueda recurrir para denunciar la incidencia. Esta es la razón por la que los usuarios deben tener cuidado con las personas a las que envían las transacciones, si usted es víctima de un fraude, nadie podrá ayudarlo.  

Para evitar robos, debe evitar utilizar monederos online para guardar sus monedas digitales. Usted debe almacenar sus monedas digitales en un monedero físico que está desconectado de internet y que utilice algoritmos de encriptación para encriptar la información. Esta es, sin duda, una de las mejores opciones que se pueden considerar para este fin.

Las criptomonedas no son tan conocidas como deberían ser. La información sobre Bitcoin y otras monedas digitales ha alcanzado la esfera pública muy recientemente, pero muchas personas todavía no están bien informadas sobre las criptomonedas. Ciertas personas también se han comprometido a criticar las criptomonedas y difundir esta información a las sociedad para evitar que se interesen en las criptomonedas, no vayan a descubrir el enorme potencial detrás de ellas. 

Hasta que cierta parte de la población no entienda cómo funciona el Bitcoin, argumentarán que no tiene valor como moneda porque, a diferencia de lo que están acostumbrados, no pueden verlo, tocarlo ni olerlo. 

La monedas y los billetes tradicionales tiene valor porque los miembros de la sociedad han acordado mutuamente que tiene valor.  Es mucho más fácil para la sociedad estar de acuerdo en algo cuando hay un gobierno involucrado. Lograr que una sociedad global y mundial acepte que las criptomonedas y la tecnología sobre la que reside tiene inmenso valor y llegue a usarse como moneda sin el apoyo de los gobiernos y sin tener forma física alguna será uno de los logros más importantes en la historia monetaria. 

Muchos negocios se han negado a aceptar el Bitcoin como una forma de pago, lo que tampoco está ayudando a la causa. Las personas que desean usar Bitcoins como método de pago para sus transacciones diarias están limitadas. Todavía hay niveles de conocimiento y comprensión que aún no se han alcanzado, por lo que la sociedad debe ser educada sobre el Bitcoin y sus derivados para poder utilizarlo en todo su potencial a nivel económico y social.

No hay un estándar regulado o normas con respecto al uso de las criptomonedas cuando nos referimos al comercio internacional. Es imperativo que las entidades internacionales – países, instituciones, etc. trabajen para encontrar una manera de incorporar los beneficios de la criptomoneda para la sociedad. 

Llegará un momento en que las imperfecciones en el sistema bancario y en los métodos de pago tradicionales serán demasiado evidentes que no habrá opción para las entidades gubernamentales y empresas financieras de mirar a otro lado. El fraude con tarjetas de crédito es un problema grave en nuestros tiempos. Cada vez más personas son sometidas a robos de identidad y fraudes. Las criptomonedas ofrecen soluciones a los problemas que muchas personas están experimentando en la actualidad. 

Los sistemas tradicionales actuales se basan en intermediarios de confianza para llevar a cabo las operaciones financieras. Está confianza se está minando.

El creador de Bitcoin, Satoshi Nakamoto, expuso que la creación de la criptomoneda tenía un propósito claro: asegurar que las transacciones ocurran de manera independiente, con riesgos limitados y con un alto nivel de eficiencia. Las criptomonedas pretenden funcionar de la misma manera que funcionan los actuales sistemas tradicionales, pero erradicando la burocracia, la desconfianza y la manipulación que atesta el actual sistema financiero.

Es innegable que las criptomonedas plantean serios desafíos a los organismos financieros reguladores, tanto a escala nacional como internacional. Muchos de estos problemas giran en torno a la emisión de criptomonedas y cómo funciona este sistema. Es entendible. ¿Cómo gestionarán las autoridades mundiales un sistema diseñado para funcionar sin depender directamente de ellos?